Muchas personas que habéis seguido nuestras ultimas conferencias me habéis preguntado que de qué condicionamientos os tenéis que vaciar para poder sanar. Y aunque la pregunta en sí misma es buena en principio, para no empezar a construir la casa por el tejado e ir haciendo el proceso con coherencia, permitidme que hoy os ponga por delante la importancia de esta clave: el autoconocimiento.
Si de verdad estas interesado en sanar en ti todos esos aspectos de tu personalidad que te roban la paz mental, lo primero que tendrías que hacer es aprender a conocerte mejor... O mejor aún, tendrías que aprender a conocer cómo operan dentro de ti muchos procesos mentales, emocionales y corporales a los que no les solemos prestar ninguna atención. Todos operando en conjunto configuran la personalidad con la que te identificas. De poco serviría comenzar a "vaciarte" si no sabes cómo funcionan estas dimensiones dentro de ti ni la relación que guardan entre ellas. Sobre todo porque cada una utiliza un "lenguaje diferente" para llamar tu atención y las estrategias conscientes para abordarlas varían en consecuencia.
¿Sabías por ejemplo que si no te sientes en paz es debido a que tu mente carece de disciplina a la hora de elegir sobre qué pensamientos focalizar su atención? ¿Sabías que podemos tener una media de entre 60.000-70.000 pensamientos al día, muchos de ellos más que recurrentes sobre cuestiones que nos inquietan? ¿Sabías que tu cerebro es plástico y que si lo adiestras puede construir nuevas conexiones neuronales? ¿Sabías que tus emociones son una señal de alarma que te envía tu cuerpo para que prestes atención a los procesos cognitivos que desde tu cerebro mantienes activos? ¿Sabías que estamos apegados a muchas de las emociones que experimentamos en nuestro cuerpo? ¿Y que nuestro cuerpo se resistirá a cambiar su patrón emocional simplemente porque se ha convertido en un "adicto" a ciertos patrones bioquímicos?
Esta última pregunta que he planteado a modo de ejemplo para que reflexiones sobre estos aspectos, por si se despierta en ti la inquietud por autoconocerte, guarda relación con la razón por la que durante 2020 me tomé un más que merecido descanso... Tuve que recluirme en "Mi cueva" -que es como yo llamo a mis periodos de introspección- para poder reacondicionar mi cuerpo alineándolo con mi mente. Tan acostumbrada estaba a vivir en continuo estrés que cuando los agentes estresores desaparecieron - esos que me robaron la paz en el pasado- , mi cuerpo no se hallaba sin su dosis extra de adrenalina diaria. Tuve que enseñarlo literalmente a ir bajando revoluciones hasta que aprendió a no mantenerse en estado de alerta permanentemente. Porque me había aplicado autoconociéndome, supe que era el momento de seguir sanando otras dimensiones de mi ser, supe que de no haber tomado aquella decisión estaría dejando un eslabón de la larga cadena del crecimiento interior sin pulir. Te invito hoy a que reflexiones sobre cuanto te conoces ... Si lo haces puede que te lleves alguna sorpresa que otra... Buen finde!!!
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